¿Has pensado alguna vez en lo que hay en una rosa? ¿O en una banana, una fresa o un limón? Todos ellos están compuestos por sustancias químicas, al igual que todo lo demás en la Tierra.
La mayoría de las personas creen que las sustancias naturales son mejores o más seguras que las sintéticas. Y desafortunadamente, afirmar que “natural” es un beneficio de un producto se ha convertido en una tendencia de mercadotecnia.
¿Qué es un producto natural?
El término “natural” se utiliza en química para describir una sustancia o condición que se obtiene de la naturaleza. Una sustancia es natural si deriva de una planta, de un mineral o de un animal sin haber sido sometida a un proceso sintético.
¿Qué es un producto sintético?
Es una sustancia que ha sido formulada o manipulada mediante un proceso químico y alterada, químicamente, por el ser humano a partir de la sustancia original, y natural, que provenía de una planta, un mineral o un animal. Hoy en día hay mucha confusión entorno a la seguridad de los ingredientes que se utilizan para formular cosméticos, entrando en una competición entre sustancias químicas naturales contra sustancias sintéticas.
Se está generando una quimiofobia en torno a los ingredientes en cosméticos que genera una gran confusión al consumidor. Pero la realidad es que todo lo que hay en la naturaleza contiene sustancias químicas. Partiendo de esta base, busca los productos cosméticos con los ingredientes que más se adecúen a tus preferencias.
La pregunta es la siguiente, ¿la cosmética natural es mejor que la sintética?
La cosmética natural no es mejor ni peor que la sintética.
Si pensabas que las moléculas sintéticas eran mucho peores que las naturales, es el momento de decirte que no hay diferencia entre las sintéticas y las naturales más allá de su origen. Os ponemos un ejemplo claro y sencillo.
Molécula Vitamina C
Esta es la molécula de la Vitamina C, tanto si es sintética como si es natural. La molécula es exactamente la misma puesto que si se cambia algo, ya no sería Vitamina C, sería otra cosa. El efecto en la piel va a ser el mismo venga de donde venga. Que un ingrediente o molécula sea de origen natural, no quiere decir que sea lo mejor para nuestra piel, ya que existe la posibilidad de que nos provoque alguna reacción adversa como puede suceder con los alérgenos, muy presentes en los cítricos. Y es aquí donde el sintetizar una molécula puede generar un beneficio real, eliminando la parte que produce dichas reacciones.
Sustancia sintética = Acción Sostenible
Lo más importante es que, algunas veces, las sustancias sintéticas pueden ser una opción responsable. Por ejemplo, si no se cultiva de manera sostenible, el uso de un ingrediente natural, como el aceite de palma, podría tener efectos negativos, como la deforestación. Por eso se opta por sintetizarlo en un laboratorio.
Otro ejemplo sería la esencia de vainilla, una sustancia química producida por la vainillina. La vainillina es natural, y se puede extraer de las vainas de una planta, pero existe una gran demanda, y muy poca producción. Por este motivo muchas veces se opta por utilizar esencia de vainilla sintetizada en un laboratorio. En muchas ocasiones, se trata de realizar esta acción para minimizar los daños al medio ambiente, consiguiendo disminuir el impacto ambiental. Al preparar este extracto en lugar de extraerlo de la planta, a parte de tener un coste menor, consigue disminuir el impacto ambiental.
Conclusión
En conclusión, las sustancias químicas naturales no son mejores que las sustancias sintéticas. Simplemente son moléculas iguales, que se distinguen por su origen.
Por este motivo hay que intentar mirar más allá y no dejar que ningún claim nos asuste a la hora de utilizar algún producto, ya que no existe ningún producto que no esté formado por sustancias químicas.
No te dejes llevar por modas, ni por campañas publicitarias. Solo utiliza la herramienta del conocimiento para razonar y tomar tus propias decisiones, ¡ningún claim podrá contigo!